Banco Central Europeo: decisiones de

política monetaria

Europa abre con signo mixto a la espera del BCE

El Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés oficiales el pasado mes de julio (una década después) con el firme objetivo de contener la inflación y situarla en el medio plazo en su objetivo del 2%. La subida fue de 50 puntos básicos y en esa misma reunión, el BCE decidió aprobar el llamado Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI) facilitando una transmisión efectiva y equitativa de la política monetaria a los distintos Estados de la zona del euro evitando que se disparen las primas de riesgo de algunos de éstos. Por último, el BCE anunció que en las próximas reuniones de su Consejo de Gobierno se llevaría a cabo una normalización adicional de los tipos de interés.

En las primeras semanas posteriores, el consenso de mercado abogaba por una subida en el mes de septiembre del 0,50%. Sin embargo, a medida que avanzaba el mes de agosto y especialmente tras la publicación de los datos de inflación europea de la pasada semana en la que vimos que superaba el 9%, los agentes de mercados ya anticipaban una aceleración del ritmo de subidas de tipo de interés por parte del BCE. Finalmente, en su reunión celebrada ayer, 8 de septiembre,  la decisión ha sido la de una subida de 75 pbs como respuesta más clara y contundente contra la inflación.

A continuación resumimos el nuevo nivel de los tipos de interés oficiales fijados por el BCE:

Tipo de facilidad 08/09/2022 21/07/2022 Variación
Principal de financiación 1,25% 0,50% +0,75%
Depósito 0,75% 0%
Marginal de crédito 1,50% 0,75%

Por otra parte, el BCE ha revisado significativamente sus previsiones de inflación y de crecimiento económico:

Año Inflación Crecimiento
2022 8,10% 3,10%
2023 5,5% 0,90%
2024 2,30% 1,90%

Algunas de nuestras reflexiones sobre lo acontecido durante estos años y especialmente durante estos últimos meses:

1. Debemos olvidar los tiempos de tipos de interés negativos. Remontándonos a la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos de 2007 y ante el cierre del mercado interbancario, resultado de la desconfianza generada en el sector bancario, el BCE decidió lanzarse a prestar dinero a las distintas entidades financieras. Dado que sus medidas no terminaban de tener los efectos deseados: primas de riesgo disparadas, economía europea en recesión, voces que cuestionaban la moneda única… en junio de 2014, el BCE situó el tipo de la facilidad de depósito (que es lo que cobra a los bancos por los fondos que depositan en la entidad) en negativo. Algunos, en 2014, nos encontrábamos asombrados por esta decisión pero pese a eso, donde hubiésemos perdido hasta la camisa es si hubiésemos apostado por el tiempo que iba a durar esta situación. Algo que en sus inicios parecía que iba a ser transitorio y excepcional, finalmente ha durado 8 años en la eurozona. Pero esto no nos debe hacer perder de vista la realidad, lo normal es que los tipos de interés sean positivos, motivo por el que se habla de una normalización de la curva de rentabilidades. Aunque a corto plazo se consiguió acabar con la desaceleración europea, lo cierto es que los tipos de interés negativos han dañado seriamente la rentabilidad de los bancos y han supuesto una penalización para los ahorradores, que tenían serias dificultades para rentabilizar sus ahorros. Además, otras autoridades monetarias como la Reserva Federal de los Estados Unidos o el Banco de Inglaterra, no los ha situado nunca por debajo del 0%.

2. La subida de tipos de interés tiene un motivo específico: la estabilización de precios, siendo ésta la principal misión del BCE. La inflación está muy lejos del objetivo y si bien hasta hace relativamente poco, las autoridades monetarias interpretaban la subida de precios como algo transitorio y motivado por las perturbaciones de la oferta causada inicialmente por la pandemia y por la invasión de Ucrania después, todo ello en un entorno de subida del precio de la energía sin precedentes, los datos de la inflación subyacente reflejan que la subida de precios está afectando con intensidad a la práctica totalidad de los sectores.

Pese a que la subida de tipos puede implicar un esfuerzo para empresas y hogares, reduciendo el crecimiento económico, las consecuencias de no detener la inflación son mucho peores.

3. No se prevén subidas excesivas en un contexto histórico de largo plazo. La opinión de los analistas es que la subida alcanzaría en diciembre su nivel neutral que se considera en estos momentos entre el 1,5% y el 2%.

4. Si bien hemos dicho que la subida tiene un motivo específico, no debemos perder de vista la paridad euro-dólar y sus consecuencias. Pero en primer lugar, hablemos de sus causas: más que la fortaleza del dólar, la debilidad del euro y su caída poseen gran parte de la respuesta del porqué de la paridad. Podemos mencionar principalmente las pesimistas previsiones sobre la inflación en la zona euro y las amenazas de un corte total del suministro a Europa del gas y petróleo ruso. Además, sus “timings” orquestados por sus bancos centrales son distintos. Ante la amenaza creciente de la recesión, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) fue el primer banco central continental en acometer una agresiva subida de tipos de interés dentro del endurecimiento de la política monetaria. Este desajuste en los diferenciales de tipos de interés genera una entrada mayor de capitales financieros extranjeros en suelo americano, con los inversores buscando el flotador de la seguridad, que precisamente no tiene el euro. Y qué consecuencias tiene esto? Principalmente un encarecimiento de las importaciones, especialmente de materias primas dado que la mayoría de las operaciones y transacciones se realizan en dólares y Europa y España son compradores netos.

La pregunta ahora es si esta subida será suficiente. La mayoría de los analistas piensa que no se puede descartar nuevas políticas monetarias restrictivas por parte del BCE siendo la clave, conseguir un equilibrio razonable entre una política restrictiva que no frene excesivamente el crecimiento económico pero que normaliza la escalada de precios. En este contexto, y ante la dispar situación financiera de los Estados de la zona del euro en cuanto a déficit público y deuda en circulación, es importante que cualquier restricción monetaria, anunciada o por anunciar, no aumenten la fragmentación de los mercados siendo fundamental para ello, el buen funcionamiento de la nueva herramienta de transmisión monetaria (TPI).

Desde Garmar estaremos encantados en acompañarle y asesorarle durante todo el proceso de consecución de su financiación o reestructuración de la existente.

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